CIVIL Y COMERCIAL SEGUNDA NOMINACIÓN

Sé que hay algo más enigmático en tu presencia.
Sé que no es el oro de tu melena,
ni siquiera tus ojos profundos y oscuros
que miran mucho más allá de todo.
Tal vez, y sobre todo,
sea tu sonrisa de paz en plena guerra
de intereses egoístas y podridos.
O tu cuerpo de gloria pequeña,
o tus manos que invaden mis sueños,
o tus pies tan secretos, por lo menos para mí.

Sé que hay algo más enigmático en tu presencia.
Indescifrable entre archivos y expedientes,
y tú, tan solícita los entregas
a esos carroñeros señores.
Yo también, cuántas veces
les he preguntado a los expedientes tu nombre,
tus ojos, tu risa, tu amor.
Pero ellos no saben nada más que tus manos
y uno que otro fallo inverosímil.

Se vuelve clara la confusión del mundo
en el despilfarro de tu existencia
entre tanta corbata, escalera, tacones altos,
relojes que nunca tienen la hora exacta,
escudos que son solo una palabra,
cafecitos conciliadores,
puertas inmensas que no dan nunca al cielo
rincones de sol en sombras,
ventanas a una plaza con novios felices
y toda la parafernalia incompresible de la ley.

Sé que hay algo más enigmático en tu presencia.
Pero no he podido descifrar qué travesura de Dios,
qué apuesta ganada por Satán,
qué tren perdido a las siete y cuarto,
qué absurda alineación cósmica
dejó olvidado un ángel
en la terrible y lúgubre fortaleza
de los pleitos humanos.
Pero solo porque estás ahí,
acosaré los expedientes hasta que me hablen de ti.