IMÁGENES

Tengo imágenes. Imágenes en mi mente que son increíbles, casi fantásticas. Y de algún lugar las saqué, no sé de donde pero están ahí. Las viví. Seguro que sí.

Hay sótanos en penumbras, magos viciosos, escaleras caracol, arenas movedizas, vasos a punto de romperse en mil pedazos, paredes que se mueven, bañeras con agua de color, ruido de zapatos rojos con tacón, sueños que dejan manchas, locos porque sí, telarañas perfumadas, un barco por ahí, la mismísima nada y de color gris, noches de lluvia sin una mujer que me ame.

Tengo imágenes. Son mías. Un álbum fotográfico sin cronología ni sentido. Yo lo acomodo como quiero, como puedo, como me conviene, con los nombres que quiero, en los meses que más me gustan, en los años en que fui feliz. Y aunque a veces no sean hermosas son siempre un refugio.

Tengo estas imágenes desordenadas, sin pistas sobre su origen y razón. Hasta que una noche de lluvia una mujer me ama. Y entonces encuentran su lugar exacto en la memoria.