Buscar este blog

19/2/13



Pero nadie tuvo en cuenta ni le importó nuestra febril ignorancia y no nos perdonaron. Ellos no nos perdonaron a nosotros y vos no me perdonaste a mí, quizás porque a tu edad de Princesa todavía no sabías lo que era perdonar, ni tenías ganas de aprender. O quizás, si es que lo sabías, no quisiste recordar cómo era, o se te traspapelaron las intenciones en el temporal de tus lagrimas que yo no supe entender ni valorar cuando me iba, cuando volvía pero tarde, cuando me quedaba para siempre en otra parte a tu lado, sin otro propósito más en la vida que el de amarte.
 
Foto: Simona Madalina.

No hay comentarios: