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14/6/11



Insomne caí (o me empujaron)
más abajo aun
me limpie la sangre
y no llore mi total no-adaptación
toqué el recio núcleo del vacio
sentí la evolución de las líneas de mi palma
a contramano del destino
su dorso áspero y frío
de polvo y de viento
y de agua del sur
no perdí la esperanza
de que detrás de esa costra inmunda
siga existiendo la suavidad
que alguna vez acaricio el mundo
lamenté la nada de unos ojos ciegos
comprendí el todo de unas gafas perdidas
para iluminar el silencio
canté poemas como sé cantar
y cambié mi ruina con un gesto
para aprender que apagar la luz
ya no era oscuridad
que cerrar los ojos
ya no era dormir
y sude y subí
y volví a caminar
esquivando cucarachas y gente pululante
crucé las calles que gritaban
bocinas y motores y palabras malas
tomé un café en una esquina
y el mozo me advirtió
que tenía sangre en la nariz
que tenía sueños en la cabeza
y no sirvió de nada
porque pagar la cuenta
y dejar propina
no alcanza para entender
lo que es adaptarse.


Foto: Akif Hakan

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