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8/2/10


…"es tremendo eso de sentirse importante. Hace algún tiempo yo escribí una canción sobre eso, sobre la gente que se podía sentir importante. Es una canción muy sencilla y la montamos con un sentido un poco humorístico. Es una anécdota sobre quien pueda envanecerse o algo así, y no darse cuenta de donde salimos todos y a donde todos tenemos que regresar inevitablemente. Se llama la escalera."

Silvio Rodríguez, concierto en chile.


7. INTERIOR. DÍA.

Dada esta sentado en la barra de un bareto tomando una cervecita. Un Hombre Importante se sienta a su lado, pide un café, y comienza amistosamente una conversación. Dada, amablemente como siempre, lo sigue.

HOMBRE IMPORTANTE: Buenas tardes señor.

DADÁ: Buenas tardes.

HOMBRE IMPORTANTE: Qué toma?

DADÁ: Y ya ve. Una cervecita.

HOMBRE IMPORTANTE: Que suerte tiene usted. Yo no puedo tomar por las tardes.

DADÁ: No puede? Quién o qué se lo impide?

HOMBRE IMPORTANTE: Yo mismo… es que vera… yo soy un Hombre Importante.

DADÁ: Oh, mucho gusto Señor Hombre Importante! Yo soy Dadá.

HOMBRE IMPORTANTE: Igualmente Señor Dadá, mucho gusto.

Silencio. El Hombre Importante mira con curiosidad a Dadá que toma su cervecita.

HOMBRE IMPORTANTE: Y usted a que se dedica?

DADÁ: Yo hago burbujas… burbujas en las que luego intento vivir. Usted?

HOMBRE IMPORTANTE (sorprendido): Yo hago cosas importantes.

DADÁ: Si? Cosas importantes? Como cuales?

HOMBRE IMPORTANTE: Como ser un profesional.

DADÁ: Un profesional?

HOMBRE IMPORTANTE: Claro, ejerzo mi profesión.

DADÁ: Su profesión?

HOMBRE IMPORTANTE: Si; profesión es la acción y el efecto de profesar.

DADÁ: Ahh… de profesar qué?

HOMBRE IMPORTANTE: Profesar es ejercer una ciencia, un arte, un oficio, etc.

DADÁ: Ah! Entonces yo también soy un profesional.

HOMBRE IMPORTANTE: Si? y dígame cuál es su profesión… donde se graduó?

DADÁ: Graduarme?.. Vera yo tengo 31 años no sé si…

HOMBRE IMPORTANTE: Me refiero a que en donde obtuvo su título.

DADÁ: Bueno… en realidad yo no me llamo Dadá, así me dicen porque, verá usted…

HOMBRE IMPORTANTE (comenzando a molestarse): Me refiero a que en donde realizo sus estudios!

DADÁ: Oh, perdone. Bueno, empecé en un jardincito en mi pueblo, pero luego cuando a mi padre lo trasladaron…

HOMBRE IMPORTANTE (molesto ya): sus estudios universitarios Señor!

DADÁ: Oh no, yo a la universidad solo iba a buscarlo a mi amigo Rodrigo.

HOMBRE IMPORTANTE (sorprendido): Pero no me acaba de decir que es usted un profesional?

DADÁ: Claro, porque ejerzo el arte de hacer burbujas… burbujas en las que luego intento vivir.

HOMBRE IMPORTANTE: Pero eso no es ser un profesional Señor!

DADÁ: Pero usted me acaba de decir que…

HOMBRE IMPORTANTE (totalmente molesto): Yo sé muy bien lo que le acabo de decir. Pero un profesional es alguien que hace cosas importantes; como salvar vidas, o construir puentes…

DADÁ: Oh, es muy importante hacer burbujas… burbujas en las que luego uno intenta vivir. Es allí, dentro de esas burbujas donde uno encuentra la paz para las cosas bellas… se imagina un mundo sin burbujas donde soñar las cosas bellas que luego se harán realidad Señor Hombre Importante?

HOMBRE IMPORTANTE: Claro que me lo imagino! Sería un mundo sin tantos hippies roñosos.

DADÁ (dolido): No ofenda gratuitamente ni se altere Señor. Todos necesitamos de todos. Los que salvan vidas y los que construyen puentes también necesitan de alguien que limpie sus pisos y recoja su basura. Y también necesitan, aunque quizás no lo sepan, leer un poema o perderse en la belleza de una pintura o escuchar una bonita canción.

HOMBRE IMPORTANTE: Mire Señor Dadá, usted no es un profesional. Un profesional es alguien que se quemo las pestañas días y noches enteras para lograr serlo.

DADÁ (comprendiendo): Oh, perdone, no quise ofenderlo. Solo que como usted dijo que un profesional es alguien que ejerce su profesión, que profesión es la acción y el efecto de profesar…

HOMBRE IMPORTANTE: Ya le dije que sé muy bien lo que dije. Pero usted malinterpreto todo. Y sabe que… nada, nada... Me tengo que ir, que se me hace tarde, y los Hombres Importantes nunca llegamos tarde. Adiós.

DADÁ: Adiós Señor Hombre Importante. Y no se preocupe tanto, siempre llegara puntual... nadie muere en la víspera.

El Hombre Importante iba a decir algo, pero resopla resignado y sale apurado por la puerta. Dadá se olvida rápidamente de la discusión y sigue disfrutando de su cervecita.

DADÁ (voz en off): Que suerte que nadie ni nada me impide disfrutar esta tarde de esta cervecita.

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