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29/10/09


No hay que esperar el otoño para entender que todo es finito y frágil y que esto también pasará. Pero si nuestro destino es de cristal marcado y astillado y roto en mil pedazos, mejor que sea en su apogeo de reflejos y colores, y no en un lento y sucio desgaste de tiempo y de rutina y de cosas que deben hacerse así para que queden bien y duren un poquito más. Quizás entonces sin querer o porque sí o como todo lo que resiste sin explicación, descubramos un cristal que no se marca, descubramos algo fuerte y eterno como la sensación que hoy dejan tus manos entre las mías.

Foto: Mona Kuhn

4 comentarios:

Daniela dijo...

Tenía 11 años, entramos a una vidriería, y mi padre levantó un cristal. tócalo me dijo:
"Es muy duro verdad?, se ve fuerte, duro, resistente,... pero si cae se destruye"..."las cosas fuertes Daniela, pueden ser al mismo tiempo frágiles"...

Un recuerdo de cristal...un regalo, para avanzar sin desmoronar fragilidades, para tocarlas, con ternura, como tu memoria guarda a esas manos.

Un beso.

Rodrigo dijo...

Siempre das algo más, siempre compartís algo que llena un espacio. Y entonces ahí, entre tus palabras, está eso que resiste sin explicación y yo canto como loco con Ismael; quizá no sea tan frágil!

Gracias Daniela.
Un beso enorme y un abrazo cálido… y también viceversa.

Martita Ayup dijo...

yo soy testigo y victima de la fragilidad del destino, pero tambien vi como puede nacer mucha fuerza desde la fragilidad, lo que nos ayuda a sobrellevarla. me tocaron mucho estas palabras, incluso la fecha.. la escribiste el 29/10/09?? es un dia muy importante para mi todos los años..

Martita Ayup dijo...

soy Martita ayup, pero aparece como Maria Marta jeje